¡Menuda etapa! Guay por todo lo que puedo hacer y, a la vez, full of “crisis”, momentos dramáticos, situaciones límite con todo el mundo, no quiero ser un(a) NPC…
Esto de salir al mundo puede convertirse en una travesía en el desierto… LOL
¡Menuda etapa! Guay por todo lo que puedo hacer y, a la vez, full of “crisis”, momentos dramáticos, situaciones límite con todo el mundo, no quiero ser un(a) NPC…
Esto de salir al mundo puede convertirse en una travesía en el desierto… LOL
No entiendo bien qué rayos (me) pasa, ni quien soy ni qué hacer con los demás. No tengo idea de si alguien puede entender esta locura…
Se supone que ahora debo elegir qué voy a estudiar y para ello debo saber qué quiero… Y no, no lo tengo claro.
Puedo elegir entre varias opciones, tengo más posibilidades… ya no somos niñxs… Y, ¿cómo puedo aprender las cosas de la vida?
Necesito respuestas inmediatas, ¡y que molen, por supuesto!
En TikTok, Insta y otras redes cuentan muchas cosas… pero,
¿me puedes contar de qué va esto de la vida?
¿puedo practicar con otros, investigar o compartirlo?
Es una vía super potente, tanto, que la “realidad” está desvirtuada y ya no sé si puedo confiar… ¿Qué es verdad y qué no lo es?
Pues bien, déjame decirte que, aunque soy mayor que tú, no soy una Boomer 😉
Si tienes 16 años o más, si te sientes a veces confundidx, si crees que no se te da bien algo, si no sabes qué elegir de estudios y/o trabajo, si en ocasiones te parece que no entiendes qué (te) está pasando o simplemente quieres divertirte con otros jóvenes…
Tendrás la oportunidad de descubrirte en nuestras sesiones individuales, en las que encontrarás un espacio y un tiempo para ti para poder hacer lo que necesites. Podemos abordar temas como:
… y todo lo que puedas necesitar a nivel educativo y/o personal para esta etapa que estás atravesando.
En nuestros talleres grupales podrás, sobre todo, divertirte a la vez que incorporas herramientas para tu vida grupal o social.
Esta frase recoge un montón de matices importantes. Por un lado, implica que, como todas las personas, los profesores y educadores tienen una vida personal, una vida dinámica, cambiante que, inevitablemente, influye a la hora de desempeñar su trabajo.
Quizá en algún momento te hayas hecho estas preguntas:
¿Cómo vengo hoy al colegio? Hoy se me hace difícil dar clase…
Es importante parar un minuto a reflexionar en esto ya que revela mucha información. Ver esa parte que, en muchas ocasiones, puede dificultar, entorpecer e incluso dañar la relación con los y las estudiantes puede ayudar.
Por otro lado, conectar más con el “aquí y ahora”, hace que puedas estar más disponible para la clase. Al estar más presente, se pueden ver mejor las necesidades de los chicos y chicas y acompañarlos mejor.
¿Qué (me) está pasando?
Otro aspecto importante es el contacto con “lo obvio”. A veces, la reacción de algunos alumnos pueden provocar algún tipo de emoción que hace que el profesor/a pueda reaccionar de una manera determinada. Alumnos que se ríen mientras explicas algo, o que se duermen, o que hablan y se distraen, alumnos que se enfadan y reaccionan con agresividad… Este tipo de situaciones, distraen, ponen a la defensiva o incluso obligan a intervenir de alguna manera para cortarlas. A veces, ejercer la autoridad de manera autoritaria no es el mejor enfoque. Este tipo de respuesta, lo que en general consigue no es precisamente el respeto si no, un distanciamiento entre alumnos y profesores.
Un mejor autoconocimiento y la observación de la situación de una manera más objetiva, puede ayudar a ver las cosas de otra manera. Atreverse a parar una clase y expresar lo que pasa o lo que se siente cuando hablas con alguien que parece que se ríe de ti, o directamente a preguntar si pasa algo con lo que se estaba contando.
Estos son algunos de los aspectos que influyen en la manera de estar en el aula y que ofrecen un mejor vínculo con alumnos/as, además de ofrecer un acompañamiento no sólo académico sino también personal.
Si crees que compartir, sentirse escuchados y poder aportar ideas que ayuden a otros colegas, puede ayudarte, ven a este espacio pensado para tu autocuidado y, por lo tanto, el cuidado de nuestros jóvenes.
Todo empieza en la familia: los valores, las tradiciones, la pertenencia… todo ello influye en el desarrollo de nuestros hijos.
Las familias, por lo general necesitan que su estabilidad no se sienta amenazada. Cuando el desarrollo del inevitable ciclo vital comienza a producir cambios en nuestros hijos y también en nosotros, se vive cierta incertidumbre y, en muchos casos, nos cuesta entender y entendernos.
Yo, como madre de adolescentes, veo que, a veces, los hijos son los “espejos” a los que cuesta mirar ya que devuelven un reflejo confrontativo. ¿Qué puede entonces ayudar a comprenderlos?
El acompañamiento familiar es la base para un desarrollo pleno y armónico ya que afrontar los cambios de etapa en la crianza no siempre es fácil. Valoramos mucho lo “conocido” ya que nos da seguridad. Así que, ¿cómo afrontar los cambios?
A veces, tener un mapa de las dinámicas familiares nos ayuda a tomar perspectiva y ver soluciones donde aparentemente no las había.
La denominada generación Z (y posteriormente la generación α) tienen una visión diferente, nuevos valores, dentro de un nuevo paradigma. El choque generacional es ahora más evidente.
Lo/la veo encerrado/a, siempre pegado/a a una pantalla, irascible, callado/a, ausente, rebelde, etc. ¿Cómo puedo contribuir a una mejor comunicación?
Estas situaciones son comunes en el entorno familiar. Si te sientes identificada con alguna de ellas o tienes otras inquietudes, nuestra propuesta es ofrecer un espacio seguro y un tiempo de calidad para poder abordar, tanto individualmente como en grupo, aquéllas temáticas que os resulten desafiantes.